
El deber de vigilancia es un concepto clave en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Su objetivo es prevenir las violaciones de los derechos humanos, las libertades fundamentales y las normas ambientales en las actividades corporativas. ¿Cuáles son las líneas generales de estas obligaciones? Vamos a descifrarlo juntos.
El deber de vigilancia es una obligación legal impuesta a las grandes empresas para garantizar que se tengan en cuenta los impactos sociales, ambientales y éticos de sus actividades. Esta medida forma parte de una lógica de protección y prevención.
Adoptado en Francia por el Ley Nº 2017-399 de 27 de marzo de 2017, este concepto impone nuevas responsabilidades legales a las grandes empresas para evitar los riesgos asociados a sus operaciones. La ley exige que las empresas interesadas establezcan un Plan de vigilancia.
El objetivo principal de la diligencia debida es empoderar a las empresas y combatir el abuso. Por abuso, nos referimos en particular a la explotación de los trabajadores, los ataques al medio ambiente o las violaciones de los derechos fundamentales.
No todas las empresas están sujetas a la obligación de diligencia.
Según la ley francesa, solo se aplica a las empresas que:
Es bueno saberlo 👀
Sin embargo, el impacto de la ley va mucho más allá de las empresas a las que se dirige directamente. Los subcontratistas, proveedores y socios comerciales de estas grandes empresas también deben cumplir con las normas establecidas en el plan de vigilancia. Por lo tanto, muchas pymes participan indirectamente en este enfoque.
Hoy en día, en Francia, hay tres obligaciones principales en términos de responsabilidad. Haremos un balance más adelante en este artículo.
Las empresas necesitan desarrollar un Plan de vigilancia detallado. Este plan, que debe hacerse público, incluye varios elementos obligatorios:
Sin embargo, tenga cuidado, el plan de vigilancia es un herramienta escalable. Debe ser actualizado cada año para incorporar nuevos riesgos y ajustar las medidas en consecuencia.
Más allá de redactar el plan, las empresas deben tomar medidas concretas para prevenir los riesgos identificados.
En primer lugar, es importante llevar a cabo auditorías periódicas con filiales y socios. La formación de empleados también es esencial para prevenir el riesgo de fraude.
Si desea obtener más información sobre el fraude de documentos, siga leyendo: fraude documental entre cifras, tendencias y lucha contra el fraude
En caso de incumplimiento del deber de diligencia, las empresas pueden ser consideradas legalmente responsables. Entonces corren el riesgo de:
Sigue leyendo: ¿Cuáles son las obligaciones legales en materia de cumplimiento bancario antifraude?
Si bien el deber de diligencia a menudo se percibe como una limitación, puede aportar importantes beneficios a las empresas.
Francia fue pionera con la ley sobre el deber de vigilancia, pero otros países están siguiendo este camino: los Países Bajos en 2019 y Alemania en 2021.
Más recientemente, el 24 de abril de 2024, el El Parlamento Europeo ha aceptado una nueva directiva que impone un «deber de diligencia» a las empresas. Esta iniciativa mejoraría el impacto de la diligencia debida y facilitaría el cumplimiento para las empresas que operan en varios países.
Con estas nuevas directrices, se convierte en crucial para que las empresas se equipen con herramientas adaptadas a fin de responder eficazmente al deber de vigilancia impuesto por los reglamentos.
Este último tiene como objetivo prevenir los riesgos asociados con el fraude documental, garantizar el cumplimiento de las operaciones y fortalecer la transparencia en la gestión de socios y clientes.
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