
La democratización del contenido para adultos en Internet ha transformado los usos digitales. Hoy en día, los creadores de contenido erótico se están profesionalizando a través de plataformas especializadas. Les permiten emitir, monetizar e interactuar con su audiencia. Si bien estas plataformas no pertenecen sistemáticamente al sector pornográfico en sí mismas, deben cumplir con estrictos requisitos reglamentarios en términos de identificación, protección de los usuarios... y especialmente para evitar que los menores participen en ellas. Aquí es donde entra en juego KYC, o Know Your Customer, ¡te contaremos más en este artículo!
El KYC es un proceso de identificación y verificación de la identidad de los usuarios. 
Impuesta por primera vez a los sectores bancario y financiero para lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo o el fraude, este protocolo ahora se usa en muchas áreas, incluidas las plataformas de contenido para adultos.
¿El objetivo? Garantizar que cada creador es mayor de edad y cumple con las condiciones legales. 
Esta verificación de identidad se basa en documentos oficiales (pasaporte, documento de identidad, licencia de conducir) que a menudo se asocian a una foto o un vídeo de reconocimiento facial.
Las plataformas de contenido para adultos, a menudo denominadas incorrectamente «sitios pornográficos», permiten a los creadores independientes publicar imágenes o vídeos eróticos. Luego, este contenido se monetiza mediante suscripciones o compras con pago por servicio. 
Sin embargo, su profesionalización conlleva responsabilidades legales y éticas cada vez más pesadas.
El objetivo principal de KYC es proteger a los menores, tanto como consumidores como posibles creadores. 
La ley francesa exige que las plataformas que transmiten contenido pornográfico establezcan un verificación de edad confiable, sin limitarse al simple botón «Tengo más de 18 años».
Según un Informe de la Dirección General de Empresas (Ministerio de Economía), los sistemas de verificación deben permitir garantizar «que el menor no pueda tener acceso a un sitio o contenido prohibido a personas menores de 18 años». 
El KYC, al exigir documentos de identidad, es una de las formas más seguras de garantizar el cumplimiento de este requisito.
En Francia, elArtículo 23 Ley Nº 2020-936 de 30 de julio de 2020 y las acciones delARCOM reforzar la obligación de verificar la edad de los sitios que transmiten contenido reservado para adultos. 
A nivel europeo, están surgiendo iniciativas similares, que exigen que las plataformas cuenten con sistemas fiables y robustos que cumplan con el GDPR.
La falta de cumplimiento puede dar lugar a sanciones severas, bloqueos administrativos o acciones legales.
El otro tema clave de KYC es trazabilidad. 
En caso de distribución de contenido no consentido, robado o ilegal (el Porno de venganza, por ejemplo), las plataformas deben poder identificar rápidamente a la persona responsable. ¿Por qué? Esto permite un moderación más eficaz y reduce los riesgos legales y reputacionales.
Un proceso KYC estándar consta de tres pasos:
Entre las plataformas francesas que toman medidas concretas para garantizar el acceso a contenido para adultos, MYM destaca por su enfoque responsable.
MYM permite a los adultos publicar contenido exclusivo para una audiencia importante, en un entorno seguro. 
Para evitar que los menores accedan a la creación de contenido, MYM recurrió recientemente a Finovox, una solución especializada en la detección de documentos falsos.
Finovox es una tecnología francesa para la detección automática del fraude documental, basada en inteligencia artificial. Gracias a ella, MYM puede:
Al asociarse con Finovox, MYM va más allá de simplemente verificar la mayoría: garantiza que cada cuenta de creador corresponde a una persona real, mayor de edad y autorizada para publicar.
Esta asociación es un ejemplo perfecto de cómo una plataforma puede combinando tecnología, cumplimiento y compromiso ético, para construir un ecosistema más seguro para todos.