
Históricamente expuesto a varios tipos de fraude (intentos de suplantación de identidad, robos de datos, estafas de transferencias bancarias, etc.), el sector bancario se enfrenta ahora a una amenaza que crece en magnitud: fraude documental. Hacemos un balance en este artículo.
Con la desmaterialización de los intercambios y la automatización de los procesos, los documentos transmitidos en línea se han convertido en la palanca de entrada preferida de los estafadores.
Uno Recibo de pago modificado, un documento de identidad falsificado o un comprobante de domicilio manipulado puede ser suficiente para eludir los mecanismos de verificación establecidos por las empresas.
En Bélgica, este fenómeno no solo afecta a las grandes instituciones financieras. Los bancos y neobancos locales también están en primera línea.
El fraude documental dista mucho de ser marginal: ahora se perfila como uno de los principales impulsores de crimen digital en Bélgica.
Según un estudio realizado por Finovox en asociación con el instituto electoral independiente Selvitys, en 2024, el 85% de las empresas encuestadas situaron la lucha contra el fraude entre sus tres prioridades estratégicas.
Esta observación va acompañada de un fortalecimiento gradual del personal especializado, una señal de una conciencia real de la magnitud del fenómeno.
Todavía hay un margen de mejora considerable en la lucha contra el fraude bancario.
Según el mismo estudio realizado por Finovox, cuatro de cada diez empresas aún no utilizan software especializado para verificar la autenticidad de los documentos. Falta de equipos que debiliten los dispositivos de control.
Al mismo tiempo, las pérdidas por suplantación de identidad alcanzan casi 40 millones de euros en 2023, según Febelfin. Y en muchos casos, fueron los documentos falsificados (facturas, identidades, recibos) los que permitieron a los estafadores pasar desapercibidos.
El fraude documental se refiere a cualquier manipulación o producción de documentos con el objetivo de Engañar a una institución financiera.
En el sector bancario, adopta formas múltiples y, a menudo, muy sofisticadas:
Estos documentos falsos son mucho más que un delito. Allanan el camino para el fraude a gran escala, con graves consecuencias financieras y legales para los bancos. Entonces, ¿cuáles son los diferentes tipos de fraude que están surgiendo en el sector bancario?
Los documentos falsificados permiten ocultar el verdadero origen de los fondos e integrar el dinero procedente de actividades ilegales en el circuito bancario, sin pasar por los dispositivos de control convencionales.
Por ejemplo, un estafador podría proporcionar un contrato de trabajo y un comprobante de pago falsos para obtener un préstamo bancario. Una vez que se le concediera el préstamo, utilizaría ese dinero para justifique la entrada de fondos en su cuenta, en realidad vinculado a actividades ilegales.
Al crear identidades ficticias y negocios falsos, los estafadores crean circuitos de facturación artificiales para recuperar indebidamente los créditos de IVA, mientras ocultan sus actividades reales.
Por ejemplo, podría tratarse de una sociedad fantasma creada con un número de BCE falsificado, que declara compras ficticias de proveedores inexistentes para solicitar la devolución del IVA en realidad nunca pagó.
Los estafadores tramitan solicitudes de préstamos falsas falsificando documentos justificativos: ingresos exagerados, empleadores ficticios, direcciones inventadas.
Se hacen pasar por prestatarios confiables, obtienen préstamos que nunca tienen la intención de reembolsar. ¿Resultado? Pérdidas financieras significativas para los bancos.
Uso de documentos falsificados (facturas falsas, cartas de misión falsificadas), estafadores hacerse pasar por socios o proveedores conocidos de una empresa o cliente.
Luego envían instrucciones de pago falsas, alentando al banco a transferir fondos a cuentas fraudulentas.
El fraude documental no solo expone a los bancos a pérdidas financieras, sino que también los coloca bajo la amenaza de severas sanciones reglamentarias.
En Bélgica, el Ley de 18 de septiembre de 2017 (sobre la prevención del blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo y sobre la limitación del uso del efectivo) exige que las instituciones financieras respete los estrictos procedimientos de KYC (Conozca a su cliente).
Estos procedimientos tienen como objetivo verificar la identidad de los clientes, evaluar su perfil de riesgo y detectar posibles actividades fraudulentas o ilícita.
Aceptar documentos falsificados al iniciar una relación (documento de identidad, recibo de pago, comprobante de domicilio) compromete directamente estas obligaciones de vigilancia.
En caso de incumplimiento, los riesgos son altos:
Un caso reciente ilustra bien estos desafíos: en 2022, un banco belga recibió una multa de 2,5 millones de euros por aceptar documentos dudosos al abrir cuentas para perfiles de alto riesgo.
La Banco Nacional de Bélgica (BNB) y Autoridad de Mercados y Servicios Financieros (FSMA) supervisen la aplicación de estas obligaciones y no duden más en castigar a las instituciones que carecen de rigor.
Ante un fraude cada vez más sofisticado, los bancos ya no pueden conformarse con los controles tradicionales. Ahora es esencial adoptar un enfoque que combine la vigilancia humana, la cooperación institucional y las tecnologías avanzadas.
La primera línea de defensa contra el fraude son los propios empleados. Entrénalos para detectar señales débiles (inconsistencias visuales, anomalías de formato, logotipos falsos o discrepancias contextuales) es esencial para identificar un documento falsificado antes de que entre en los sistemas.
Trabaje en estrecha colaboración con Unidad de Procesamiento de Información Financiera (CTIF-CFI) y el Banco Nacional de Bélgica permite denunciar rápidamente los casos sospechosos, supervisar las nuevas pautas de fraude y adaptar sus procedimientos en consecuencia.
El flujo de información es un arma estratégica frente a las técnicas de fraude en constante evolución.
La complejidad de las falsificaciones actuales hace que la verificación manual sea insuficiente.
Soluciones como Finovox, basadas en inteligencia artificial, ofrecen una respuesta eficaz al permitir:
Estas tecnologías se convierten en valiosos aliados para asegurar las transacciones bancarias tan pronto como entablan una relación. Descubra cómo Finovox puede aumentar la seguridad de sus procesos documentales.